El libro es como el árbol. Sus hojas nos benefician como aquel árbol bíblico "cuyas hojas son para medicina de las naciones".
Así como las hojas de los árboles incorporan a través de la fotosíntesis* oxígeno al planeta, las hojas de un buen libro brindan el conocimiento necesario para mejorar la sociedad sea el libro de carácter humanístico, científico o técnico.
Pero necesitamos el libro bien compuesto, entero, que sus tapas sean como puertas cuyas visagras permiten abrir y cerrar. Abrir para recorrer sus páginas y cerrar para abrir en una nueva oportunidad.
Este libro fue donado a la Biblioteca en buen estado general pero sus hojas separadas del lomo, no era posible ponerlo en esa condición a disposición de los usuarios. Por eso fue enteramente reparado en el Taller y es una verdadera obra de arte.
Ahora está a disposición del público.
EB
* ("Se ha calculado que un haya (Fagus) de algo más de un centenar de años, posee unas 200.000 hojas y que su contenido total de clorofila apenas alcanza a 180 gramos. No obstante, en un día soleado, esta planta puede asimilar 9.400 litros de CO2 y produce otros tantos de 02, suficientes para la respiración de dos o tres personas." Pgs. 3 y 4 libro: Botánica. Morfología de las plantas superiores. Valla, Juan. Hemisferio Sur, 1993.)
Taller exprés de Mendeley
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